Las cabrias del pique Arenas Blancas están ubicadas en la comuna de Coronel, en la región del Bío-Bío, Chile.1 Las cabrias se instalaron en 1956 por la compañía minera Schwager S.A. Su función era transportar carga de forma vertical mediante un sistema de poleas o un motor a vapor. El 25 de junio de 2008 fueron declaradas Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico, mediante el Decreto n.º 2218.2 Según el decreto:
Historia[editar]
Torre exterior del pique
Hacia 1939, se originó una demanda de cobre en Europa debido a la Segunda Guerra Mundial, lo que significó el aumento de la demanda de carbón por parte de las mineras cupríferas. Sin embargo, las reservas de carbón en Coronel se estaban agotando, por lo que desde 1940 la compañía Schwager S. A. comenzó a importar maquinaría desde Estados Unidos que permitió extraer carbón a mayor profundidad. En 1942 se iniciaron los trabajos de excavación de una nueva mina, a cargo del ingeniero William Ward, que incluiría piques verticales de 950 metros de profundidad. La construcción acabó en 1956, fecha en que se instalaron las cabrias.2
Fueron unos de los primeros adelantos tecnológicos utilizados por las minas carboníferas para sustituir la tracción manual o los animales de carga. Las cabrias poseen aproximadamente 35 metros de altura y están ubicadas en los piques N°1 y N°2; la primera es de hormigón armado y la segunda de estructura metálica. Mediante un sistema de poleas o de un motor a vapor, las cabrias elevaban o descendían una jaula que trasportaba a los mineros o a la producción carbonífera.2
El 30 de septiembre de 1994, 21 mineros murieron en una explosión de gas sarín a 990 metros bajo el nivel de mar. A causa del accidente, que se ubica entre los peores de la historia de Chile, la empresa optó por el cierre definitivo del yacimiento carbonífero
La Casa de don Pedro del Río,1 conocida también como la Casa de doña Carmen Urrejola del Río, y más recientemente como Palacio Castellón,2 es una vivienda de altos ubicada en la esquina sur poniente de las calles Barros Arana y Castellón, de la ciudad de Concepción, Chile. Fue construida entre 1915 y 1917, sobreviviendo a los grandes terremotos de 1939 y 1960, siendo declarada Monumento Nacional en la categoría Monumento Histórico el año 1995.
Historia[editar]
Don Pedro del Río Zañartu, un acaudalado latifundista, viajero y filántropo penquista, encargó al arquitecto Onofre Montané Urrejola que le construyera una señorial mansión en el centro de Concepción.1 El arquitecto aplicó principios de la composición neoclásica en la forma general, incorporando elementos volumétricos y ornamentales de la corriente Art Noveau, como motivos florales y hojas en rama, en los balcones, cornisas y ventanas. Destaca la resolución del ochavo en el segundo piso, como un volumen que se adelanta al plano de la fachada, suavizando sus aristas con formas cóncavas y convexas.
Don Pedro falleció antes que la casa fuera terminada, por lo que sólo su viuda pudo vivir en ella, a partir de 1918. En su casa, doña Carmen acogió durante muchos años una tertulia que reunía a los grandes intelectuales, artistas y pensadores de la ciudad, en torno al debate sobre la pintura, música, literatura y las nuevas corrientes del siglo XX. A la muerte de doña Carmen Urrejola del Río, en 1932, la casa es vendida para dar cumplimiento a su testamento
La Catedral de Chillán es un templo de la iglesia católica, sede de la Diócesis de Chillán ubicada en el centro de la ciudad de Chillán frente a la Plaza de Armas, en la esquina de calles Arauco y Libertad. Es también símbolo e ícono de la ciudad, esto a raíz del progreso que ha tenido la ciudad tras el terremoto de Chillán de 1939.1 2 Fue declarada Monumento Nacional en diciembre de 2014.
Historia[editar]
La primera catedral de la ciudad de Chillán se estableció en lo que hoy es conocido como Chillán Viejo, sin embargo esta fue destruida luego del terremoto que afectó la zona en 1835. A consecuencia de esto, la ciudad quedó devastada y fue trasladada y reconstruida en su actual emplazamiento. La catedral en ese entonces fue hecha a cal y ladrillo.4
Después del terremoto de Chillán de 1939, la catedral fue destruida nuevamente en su totalidad, comenzando ese mismo año las reconstrucciones. En esta nueva reconstrucción, el arquitecto Hernán Larraín Errázuriz se basó en ideas del modernismo.5 La figura de los 10 arcos representan a la oración y el signo que se hace con las manos al momento de rezar intercalando los dedos de las manos y cerrándolos de forma ovalada.
Descripción[editar]
Cruz Monumental de Catedral de Chillán
Interior de la catedral.
Esta catedral está dedicada a san Bartolomé, patrono de la ciudad. La Catedral se asemeja a una enorme bóveda, sus enormes 10 arcos parabólicos que están separados 5 metros de cada uno, permite la iluminación en el interior de la catedral. Arriba de la puerta de la catedral se halla un mosaico que representa la vida de Jesús en diversas etapas, creado por Alejandro Rubio Dalmati.6
Sus arcos de más de 20 metros de altura y su cruz monumental de 39 metros7 la hacen única en Chile. Su cruz está separada de la iglesia, y dentro de ella se ubican las campanas, las que cada media hora interrumpen la vida cotidiana de los chillanejos en la Plaza de Armas de la ciudad y sectores vecinos, en ella se encuentra una lápida que dice:
"El espíritu de Dios que resucitó a Jesucristo dará vida a sus cuerpos mortales", (Rom. 8,11) Este monumento testimonio de fe en la vida eterna se levantó en memoria de las víctimas del terremoto del 24 de enero de 1939.
Homenaje de la ciudad de Chillán a 50 años de la tragedia, 24 de enero de 1989.
La Central hidroeléctrica Chivilingo se ubica a 14 kilómetros al sur de Lota, en la Región del Biobío, Chile.
Fue declarada Monumento Nacional de Chile mediante el decreto 721, publicado el 6 de diciembre de 1990,1 y, en 2004, el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) la declaró «hito de la ingeniería mundial»
Historia
En 1895, la mina de Lota tenía 12 km de avance bajo tierra. La extracción del mineral hasta ese entonces se hacía con carretones que eran tirados por caballos. Este sistema sólo podía ser reemplazado con trenes eléctricos.
Isidora Goyenechea decidió hacer realidad el sueño de su marido Luis Cousiño, a quien el propio Thomas Alva Edison le había sugerido construir una central hidroeléctrica. Se trajo a un ingeniero alemán y la firma Siemens desarrolló el proyecto de Chivilingo.
Veinte yuntas de bueyes trasladaron los equipos que llegaban en barco hasta el puerto de Lota y muchas gallinas aportaron sus huevos para la mezcla con conchillas y tierra del río, que reemplazaba al cemento que no existía en esa época.
Las obras comenzaron en 1896 y la central fue inaugurada al año siguiente, transformándose en la primera de su tipo en Chile y la segunda de Sudamérica. Estuvo en operaciones ininterrumpidas durante 78 años, hasta 1975, y formó parte del Sistema Interconectado Central Chileno, llegando a generar 430 kWh.
La central alimentaba los trenes eléctricos subterráneos que transportaban al personal y el carbón de la mina. También alimentaba las bombas eléctricas que extraían el agua del fondo de la mina. Poco después operó el ascensor y el tranvía que circulaba por las calles de Lota.
Actualmente la central se presenta como una de las atracciones turísticas principales de la zona.4 La central sufrió diversos daños tras el terremoto de 2010
El Edificio de la Cooperativa Eléctrica de Chillán, también conocido como Edificio Copelec,1 es un paradigmático edificio construido entre 1962 y 19652 en la calle Maipón N°1079 de la ciudad de Chillán,3 capital de la Provincia de Ñuble, en la Región del Biobío de Chile, siendo considerado uno de los grandes exponentes de arquitectura moderna de su país.4
Por su valor artístico, fue declarado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico, mediante el Decreto Exento N° 2416 del 21 de julio de 2008.3
Fuerte de Colcura
Fuerte de Colcura es una fortificación chilena ubicada en la localidad de Colcura, comuna de Lota, Provincia de Concepción, considerado desde 1977 Monumento Histórico de Chile.1
Ubicado en una punta-mirador hacia el Golfo de Arauco, sus cañones son legítimos de la época pero modificados puesto que se ubican sobre metal contemporáneo. También se encuentra una pileta. El acceso es libre y público, se accede por subidas o senderos de tierra peatonales y de vehículo tanto desde Colcura como desde Lota.
Historia[editar]
El fuerte fue inicialmente emplazado en 1602 durante la época colonial del Imperio español. Se estableció por orden del Gobernador Alonso de Ribera (1601-1605) bajo el nombre de San Miguel Arcángel. La fortificación fue abandonada y repoblada en diversas ocasiones según cómo se iba desenvolviendo la Guerra de Arauco.1
En febrero de 1662, el Gobernador Pedro Porter Casanate (1656-1662) alzó la fortificación San Miguel Arcángel de Colcura sobre los antiguos cimientos del antiguo fuerte. Allí muere el 27 de febrero de ese año, siendo sucedido brevemente por el interino Diego González Montero (27 de febrero-22 de mayo) y luego por Ángel de Peredo (1662-1664) quien marcha un poco hacia el sur con 700 soldados y funda la Playa de San Miguel Arcángel de Peredo, que más tarde pasaría a llamarse Colcura.2
Avanzada la Guerra de Arauco, la actividad en el fuerte fue disminuyendo, manteniendo aun así su importancia estratégica hasta el término de la colonia, por estar ubicada entre San Pedro y la Plaza de Arauco
Fuerte de Lota
El Fuerte de Lota es un Monumento Nacional declarado mediante el Decreto n.º 744, del 24 de marzo de 1926.1 Se encuentra ubicado en una ladera del cerro Marigueñu (también conocido como cerro Villagrán), al sureste de la bahía de Lota, en Chile.
Historicamente se considera como su fecha de fundación el 1661, cuando era gobernador de Chile Pedro Porter.
Fuerte de Nacimiento
El Fuerte de Nacimiento es una construcción de Nacimiento, fundada el 24 de diciembre de 1603,[cita requerida] por don Alonso de Ribera en la confluencia de los ríos Bíobío y Vergara en la frontera que separaba el territorio español y el territorio araucano. Fue declarado Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales, el 25 de marzo de 1954, mediante Decreto Nº 1312 del Ministerio de Educación.
Historia
En noviembre de 1603, don Alonso de Ribera salió hacia el Sur después de haber fundado el Fuerte de San Pedro en la ribera sur del Biobío. Según cuentan las crónicas de la época, avanzó por la cordillera de Nahuelbuta, hasta Millapoa, siguiendo el camino de los cerros del cajón de Bío-Bío. Tras rechazar los ataques mapuches y destruir lo que halló a su paso, avanzó un poco al más sur de Millapoa, hasta una explanada que dominaba un amplio paisaje, y allí decidió fundar un nuevo fuerte, teniendo en cuenta que en el mismo sitio los mapuches habían construido un pucará de gran valor estratégico. Desde entonces constituyó uno de los fuertes de avanzada más difíciles de sorprender.
El toqui Lientur atacó el fuerte a las 3 de la mañana del 6 de febrero de 1628, pero su capitán, Pedro Junco, con 40 hombres, defendió el fuerte hasta la llegada de refuerzos. Finalmente los mapuches se retiraron del lugar llevándose arcabuces y 2 cañones.
En 1655, debido a los crecientes ataques, sus habitantes huyeron del lugar hacia San Rosendo, pero fueron asesinados por los mapuches. En 1662 se decidió mandó reconstruir el fuerte, lo que se concretó durante el año 1665, dándole el nombre de Resurrección. Los continuos asaltos obligaron, sin embargo, al traslado de ésta y otras fortificaciones a la orilla norte del Bío-Bío. Volvió a su ubicación original recién en 1752.
Actualidad[editar]
El Fuerte de Nacimiento es una de las atracciones turísticas de la comuna. Fue restaurado, concluyéndose las obras en noviembre de 2008. Sin embargo, el nuevo diseño no estuvo exento de polémicas en la comunidad, pues alteraron la estructura original del monumento y contemplaba la implementación de áreas verdes y espacios recreativos que no se llevaron a cabo. Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, el fuerte resultó seriamente dañado, y actualmente está nuevamente en proceso de restauración.
El Fuerte Santa Juana de Guadalcazar es una antigua fortificación ubicada en la comuna chilena de Santa Juana, en la Provincia de Concepción de la Región del Biobío, específicamente a seiscientos metros al oeste de la plaza.1
Fue fundado en 1626. Rodeado con fosos y un puente de acceso, sus muros fueron construidos con piedra hexagonal.[cita requerida]
Destruido y reconstruido en varias oportunidades,[cita requerida] fue declarado Monumento nacional de Chile el 26 de octubre de 1977, en la categoría de «Monumento Histórico».1
El Fuerte La Planchada es un fuerte chileno ubicado en la Playa de Penco, en la comuna de Penco, Provincia de Concepción. Fue construido en 16871 y desde 1977 es considerado Monumento nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico.2
Historia
El fuerte fue construido en la actual Playa de Penco durante la época de La Colonia, en 1687, por orden del Gobernador de Chile José de Garro, como forma de defensa contra ataques de los corsarios ingleses que podían llegar desde la bahía.1 Su construcción se realizó cuando todavía la ciudad de Concepción se encontraba emplazada en el lugar, antes de que se trasladara a su actual ubicación décadas más tarde a raíz de un devastador terremoto de 1751.3 El fuerte recibió ataques piratas los años 1694 y 1720.4
Luego del terremoto y traslado de la ciudad al Valle de la Mocha, tanto el fuerte como la ciudad y sus alrededores fueron abandonados, iniciándose su progresivo deterioro. El área fue repoblándose paulatinamente luego de la independencia, hasta formar la nueva ciudad de Penco. Durante el período de la Guerra de la Independencia, el fuerte fue utilizado como cárcel de patriotas.4
Actualmente la preservación del fuerte depende de la municipalidad de Penco.
Características[editar]
El Fuerte y la Playa de Penco.
El fuerte fue construido en piedra y poseía 65 metros de largo. En el pretil de defensa grabaron las armas de José de Garro1 y el escudo sencillo de España (cuartelado Castilla y León), bajo el cual se puede todavía leer el lema «Plus Ultra».4
Actualmente aún se conservan el murallón central, algunos pocos cañones y el escudo de armas, así como la inscripción del año de fundación del fuerte.
El Fuerte de Tucapel, San Diego de Tucapel o San Ambrosio de Tucapel1 fue un fuerte ubicado en la actual comuna de Cañete, en Chile.
Fundada por Pedro de Valdivia en la primavera de 1553 y destruido por las huestes de Lautaro en diciembre del mismo año, en la llamada Batalla de Tucapel. Fue reconstruido por García Hurtado de Mendoza a fines de diciembre de 1557. Dotado de dos piezas de artillería, sirvió de refugio a los primeros habitantes de la ciudad de Cañete de la Frontera, fundada el año de 1558.
Desde 1963 es considerado Monumento nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico.
Historia[editar]
En la primavera de 1553 (en octubre, según Francisco Antonio Encina),3 Pedro de Valdivia funda el fuerte provisorio de Tucapel, consistiendo en una empalizada rodeada de un foso.4 Según el cronista Jerónimo de Vivar, el Fuerte Tucapel se encontraba emplazado «a siete leguas de Arauco, la que a su vez está a doce leguas de Concepción, lo que hace una distancia de diecinueve leguas desde Tucapel a Concepción.»5 A cargo de esta fortificación queda el capitán vasco Martín de Ariza, al mando de una guarnición de seis hombres.
La primera destrucción del Fuerte Tucapel, fue provocada por mapuches durante los primeros días de diciembre de 1553, dos meses después de haber sido edificado:4
«Venido el día y sabidos los indios que habían huído los españoles [a Purén] fueron a la casa [fuerte de Tucapel] y le pegaron fuego.»
Jerónimo de Vivar5
El 18 de diciembre o 19 de diciembre de 1553, sale Pedro de Valdivia desde Concepción, con la intención de reedificar la recientemente destruida fortificación. Al llegar al fuerte, el 25 de diciembre, Valdivia fue atacado, derrotado y muerto por las huestes araucanas al mando de Lautaro, en la Batalla de Tucapel.
Cuatro años más tarde, el 6 de diciembre de 1557, el gobernador García Hurtado de Mendoza llega a las ruinas del fuerte, donde ordena levantarlo nuevamente, esta vez en piedra. La obra se prolongó por tres días, según Alonso de Góngora Marmolejo.
En febrero de 1558, el fuerte es atacado por los mapuches bajo el mando de Caupolicán, resultando los araucanos derrotados. Pocos días después el toqui Caupolicán es capturado, y empalado en un explanada ubicada en frente de la fortaleza.
Alonso de Rivera reconstruye el fuerte en 1603, luego de ser quemado a la muerte de Oñez de Loyola, acaecida en 1598.1 Pero en 1642 para cumplir lo establecido por las Paces de Quillín, el fuerte habría sido desmantelado, junto con todas las demás fortificaciones al sur del río Biobío, con excepción del Fuerte de Arauco.
Durante 1646, el gobernador Martín de Mujica, ordena el traslado del Tercio de Arauco, que debía mudarse al mismo sitio donde había existido el Fuerte de Tucapel. En 1647, Juan Diez de la Calle, informa que en el «Tercio de Tucapel», hay acuarteladas «tres compañías de caballo y cinco de infantería, con quinientas cuarenta plazas, a cargo del Maestre de Campo.»
El recién nombrado gobernador Diego de Ábila Coello y Pacheco ordena, en 1668, que se construya una ciudadela en las inmediaciones del fuerte, la que fue bautizada como «San Diego de Tucapel».
Producto del alzamiento araucano producido en 1723, el gobernador Gabriel Cano y Aponte, ordena el traslado del Fuerte de Tucapel y sus pobladores a Laja, lugar en donde se lo rebautizó como «Tucapel de la Laja»
El 12 de noviembre de 1868, el coronel Cornelio Saavedra Rodríguez ordena refundar la ciudad de Cañete, no en el lugar donde estuvo ubicada Cañete de la Frontera, sino que en el antiguo emplazamiento del Fuerte de Tucapel.
Actualidad[editar]
En 1963, el fuerte fue declarado Monumento Nacional.2 En la actualidad funciona como museo al aire libre, con una pequeña exhibición de objetos, tanto españoles como de la cultura mapuche de la época.
La Iglesia de Piedra es un islote cercano a la ciudad de Cobquecura en la Región del Biobío, Chile. Posee una superficie de 250 hectáreas y está compuesto por tres roquerios. Es el hábitat de una población de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens).
escripción[editar]
El santuario posee una extensión de cinco kilómetros de norte a sur y de 500 metros de este a oeste. Su superficie total es de 250 hectáreas repartidas en tres roquerios. En algunos periodos del año, cuando el mar se recoge, se forma un puente de arena entre la costa y el islote. El clima es templado costero con influencias oceánicas. La temperatura media anual es de 12°C.1 El nombre del islote se debe a su forma ahuecada en el interior, la cual se asemeja a la bóveda de un templo religioso.6
El islote es el hábitat de una comunidad de lobos marinos (Otaria flavescens), los cuales se reproducen a fines de primavera. Además en el santuario habitan tres avez carroñeras que se alimentan de los cadáveres de los lobos marinos, el jote (Coragyps atratus), el gallinazo (Cathartes aura) y la gaviota dominicana (Larus dominicanus).
El Mercado Central de Concepción es un mercado de frutas, verduras y varios otros productos, ubicado en el centro de la ciudad chilena de Concepción, en la Región del Biobío. Está emplazado en una construcción de 3 600 m² y se encuentra ubicado en la manzana comprendida por las calles Caupolicán, Maipú, Rengo y Ramón Freire.1
Es uno de los más fieles representantes de la arquitectura moderna de la ciudad, siendo construido en 1940, como parte del período de reconstrucción posterior al Terremoto de Chillán de 1939 que afectó a toda la región.[cita requerida] En abril de 2013 sufrió un incendio que destruyó el 60% de su estructura. Tres meses después, sus restos fueron declarados monumento histórico.2
Fue diseñado por los arquitectos Tibor Weiner, húngaro formado en Moscú en las escuelas del modernismo y la vanguardia,3 perteneciente al movimiento Bauhaus,1 y Ricardo Müller, en 1940,3 siendo construido en el marco de la remodelación de la ciudad luego del Terremoto de Chillán de 1939.4
Weiner huyó de los nazis, llegando a Chile en 1939 a bordo del barco Winnipeg, dispuesto por Pablo Neruda para los refugiados de la Guerra Civil Española. El principal postulado de las obras del arquitecto húngaro es que el diseño de sus edificios deben poder ser aprovechables de manera igualitaria para todas las personas, sin importar su estrato social.1
Desde su creación, dentro del mercado se comercializaron principalmente frutas y verduras,5 si bien también se comercializaban carnes y pescados, especies, flores y artesanías típicas de la zona,1 e incluso ropa y animales domésticos.5 También en su interior había restaurantes y puestos de comida, siendo un punto de reunión recurrente y de alta densidad dentro del centro de la ciudad, así como también antiguamente un punto turístico importante de la zona.5
Desde fines del siglo XX el Mercado Central comenzó un proceso de degradación y descuido, y hasta la década de 2010 fue foco de fuertes controversias judiciales, habiendo varias veces riesgo de remates y embargos.5
El domingo 28 de abril de 2013, cerca de las 11:45 horas, el mercado sufrió un grave incendio en sus dependencias,6 no se sabe si accidental o provocado, justo días antes de que se llevase a cabo una consulta acerca de su posible mantención y valoración como patrimonio arquitectónico de la ciudad.3 7 Bomberos de todas las compañías de la ciudad acudieron a controlar las llamas, finalmente el mercado central resultó con un 65% de daños en su estructura reflejado con serios daños en su techumbre, el siniestro afectó a 370 familias quienes perdieron sus fuentes de trabajo en el recinto.
El Chiflón del Diablo es una de las minas de carbón chilenas más antigua de las ubicadas en la comuna de Lota, Provincia de Concepción, Región del Biobío. La mina se sitúa específicamente en el sector El Morro, antes del Pique Carlos,2 llamado así por Carlos Cousiño. La mina funcionó entre 1857 y la década de 1990, significando en el siglo XIX y principios del siglo XX un importante foco económico para las empresas mineras.
Las críticas condiciones de trabajo que vivían en ella los mineros de Lota fueron inmortalizadas en el libro de 1904 Subterra, del escritor chileno Baldomero Lillo, y que en 2003 sería representada en la pantalla grande en la película del mismo nombre, dirigida por Marcelo Ferrari y protagonizada por Francisco Reyes y Paulina Gálvez.
El 6 de octubre de 2009, la mina fue declarada Monumento Nacional de Chile, bajo la categoría de Monumento Histórico.1 Luego del cierre de la mina para su explotación, ésta comenzó a repensarse como foco turístico de la zona, instaurándola como un museo donde se realizan visitas guiadas por exmineros. Desde el 16 de enero de 2012, pertenece al Circuito Turístico y Patrimonial «Lota Sorprendente», administrado por la Corporación Baldomero Lillo, que también incluye al Parque Isidora Cousiño, el Museo Histórico del Carbón y el Pueblito Minero del siglo XIX.3
Historia[editar]
La mina fue habilitada en 1857, y en sus momentos de mayor producción alcanzó las 250 toneladas diarias de extracción, gracias al trabajo de 1500 mineros.2
Luego que la producción de carbón decayera en la zona de Lota durante la década de 1990, la mina fue cerrada para su extracción.4
Durante el terremoto del 27 de febrero de 2010, tanto el ingreso de la mina como el museo sufrieron graves daños, sin embargo, las galerías subterráneas resistieron bien el sismo.5
Geología[editar]
Entrada por uno de los dos chiflones.
La mina posee 850 metros de profundidad, y se interna por debajo del Océano Pacífico. Su inclinación y particulares características le permiten ser una de las pocas con ventilación natural. A este chiflón se debe la primera parte del nombre de la mina, que fue llamada así por los mismos mineros que trabajaron en ella. La mina posee dos ingresos o chiflones, a través de los cuales luego se debe seguir descendiendo verticalmente por medio de ascensores mecánicos.
Mural Historia de Concepción
Historia de Concepción, llamado por su autor Latido y rutas de Concepción,2 es un mural de 280 metros cuadrados, pintado en fresco por el artista chileno Gregorio de la Fuente entre 1943 y 1946.2 La obra está ubicada en el llamado Salón Mural,3 vestíbulo de las dependencias del Gobierno Regional del Biobío, en el Barrio Cívico de la ciudad de Concepción, Chile, donde antiguamente se encontraba la Estación Central de Concepción.
El mural Historia de Concepción fue uno de los primeros pintados en la ciudad de Concepción, así como uno de los primeros en emplazarse en un lugar público. En 1942, De la Fuente participó en un concurso organizado por la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, cuyo ganador se adjudicaría la oportunidad de realizar un mural en el hall del nuevo edificio de la Estación Central de Concepción, recién reconstruido el año anterior luego de la destrucción del primer edificio debido al Terremoto de Chillán de 1939.6 La obra se desarrolló entre 1943 y 1946,2 y para su elaboración se ayudó de los pintores Sergio Sotomayor y de un joven Julio Escámez,5 el cual pintaría varios años más tarde, en la misma ciudad, el mural Historia de la medicina y la farmacia en Chile. Los participantes debían ser todos chilenos y, finalmente, tras ser finalista junto con el pintor Laureano Guevara Berchenko, De la Fuente fue elegido como ganador, en abril de 1943.2 Pocos años más tarde, a mediados del siglo XX y con la llegada de artistas muralistas mexicanos, en la ciudad aflorarían nuevos proyectos de este tipo,5 entre los cuales destacaría también Presencia de América Latina, de Jorge González Camarena.
La obra[editar]
Características[editar]
El mural, de 258 metros cuadrados de superficie, con 62 metros de largo por 4.5 metros de alto,2 es una de las obras de mayores dimensiones del artista.4 Está realizado con la técnica del fresco, la cual requiere menos mantenimiento que otras técnicas pictóricas. Esta técnica consiste en la mezcla de tierra de color molida con agua pura, que luego se aplica sobre una mezcla de cal y arena. Esto conforma la pintura, que debe ser aplicada con pinceles blandos.5
El Salón Mural es rectangular, estando la obra pintada en tres de sus cuatro lados, incluyendo uno de los más largos. Su lectura sigue un orden cronológico, que debe ser leído de izquierda a derecha. La obra utiliza el realismo social nacido en la Unión Soviética para narrar momentos de la Historia de Concepción, desde sus orígenes coloniales hasta su etapa de industrialización durante la primera mitad del siglo XX, enfocándose en la vida de los trabajadores, y resaltando la fraternidad y el trabajo.3 Esta búsqueda de reivindicación social a través de la pintura fueron motivadas por su cercanía con otros muralistas mejicanos, así como por sus estudios realizados en París.
La muralla izquierda muestra escenas de la vida cotidiana de los mapuches en la época precolombina, incluyendo la práctica del telar.6 El paño central comienza mostrando, a la izquierda, el violento encuentro entre mapuches y españoles durante el Chile colonial, así como las catástrofes naturales que ha sufrido la ciudad. En el centro se aprecia una mujer con el torso desnudo, vestida con sobrios atuendos y sosteniendo el escudo de Concepción. Luego, hacia la derecha, puede apreciarse la vida rural, con huasos que vivían de la agricultura y, posteriormente, una alegoría de la mujer, vistiendo trajes con telas, se alza como símbolo de la ciudad, vislumbrándose al fondo de ella algunos de los monumentos característicos de la ciudad, como la antigua Estación Central de Concepción, el Campanil de la Universidad de Concepción y la diosa Ceres ubicada en la fuente de la Plaza de la Independencia.9 Más adelante se muestran la llegada del ferrocarril, como símbolo del proceso de industrialización de la ciudad, así como la explotación del carbón, recordando la importancia de Lota para la zona.6 La obra termina en el paño del costado derecho con escenas simbólicas del presente y el futuro, en los contextos del estudio y el trabajo.6 En el centro de este cuadro, un arcoíris corona los rayos de un sol en cuya mitad figura un reloj analógico que sale del mural.
Historia de la medicina y la farmacia en Chile es un mural creado en 1957 por el artista Julio Escámez para la antigua Farmacia Maluje, actual Droguería Alemana, ubicada en la calle Tucapel 676 de la ciudad de Concepción.2 Es una de las obras más importantes de Escámez.3 Hasta 2015 era considerado un inmueble de conservación histórica, con categoría «cultural» para la ciudad,2 y fue declarado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico, mediante el Decreto n.º 370, del 1 de septiembre de 2015.4
Una reproducción fotográfica de la obra íntegra se encuentra en el Museo de Farmacia Prof. César Leyton Caravagno, ubicado en el Colegio de Químicos Farmacéuticos, perteneciente a la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, en la ciudad de Santiago.
El mural es considerado el «tesoro del Barrio Cívico»,5 y fue declarado Monumento Histórico el 8 de septiembre de 2008.1
Desde 1954 es considerado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico.1
Historia[editar]
La Farmacia Maluje[editar]
Exterior de la Droguería Alemana en 2012.
La Farmacia Maluje fue fundada en la ciudad de Concepción en 1951 por la farmacéutica chilena María Maluje David, descendiente de emigrantes sirios. Inicialmente, la farmacia se situó en la esquina de las calles Maipú y Tucapel. Sin embargo, en 1957, debido al éxito del negocio, María Maluje, junto con su marido, el abogado Luis Contreras, decidieron construir un edificio muy cerca de allí, en la calle Tucapel, entre Freire y Maipú, con el fin de albergar departamentos privados y trasladar el negocio a estas nuevas dependencias.2
Diseñado por el arquitecto Javier «Maco» Gutiérrez,7 el nuevo local fue pensado desde su edificación para contener un mural en su interior que pudiese ser visto desde la calle. Por esta razón, la farmacia fue construida con doble altura y con amplios ventanales mirando hacia la calle.2
Durante más de cincuenta años, la farmacia funcionó realizando una atención homeopática. La misma María Maluje era quien preparaba los medicamentos, revisaba y recetaba a los pacientes que acudían a ella directamente para tratar sus síntomas. En aquellos casos en que los enfermos no podían pagarle inmediatamente, María les proporcionaba las medicinas de todos modos, permitiéndoles pagarle más tarde. De carácter fuerte pero amable, según sus propios pacientes, su ánimo declinó luego de la desaparición de su hijo Carlos Contreras Maluje en 1976, a tres años de comenzado el Régimen Militar.2
La farmacia cerró finalmente en febrero de 2007, luego de cincuenta y seis años de actividad ininterrumpida, tras lo cual fue reemplazada por la Droguería Alemana,2 la cual actualmente posee otra sucursal en la calle Lincoyán de la misma ciudad.8
El 7 de septiembre de 2012, el cantautor chileno Manuel García realizó una función privada en las dependencias de la farmacia para el lanzamiento del libro El parto de un siglo del ingeniero y político comunista Manuel Riesco Larraín. Los participantes aprovecharon la instancia para tomar fotografías y comentar la obra mural, bajo la cual se desarrolló todo el evento.9
Petición a Julio Escámez para la creación del mural[editar]
Luego del traslado de la Farmacia Maluje en 1957 a su ubicación actual, María Maluje y su esposo pidieron al artista Julio Escámez la realización de un mural en las dependencias del local, sobre los muros dejados libres para este propósito.2
Escámez, para entonces un reconocido pintor de la zona y desde 1953 profesor de Pintura Mural del Instituto de Arte de la Universidad de Concepción, había iniciado sus estudios formales de pintura en Concepción y, posteriormente, participado como ayudante del muralista y pintor Gregorio de la Fuente para la realización del prestigioso mural Historia de Concepción, ubicado en la ex-Estación Central de Concepción (1943-1946).10
Al momento de aceptar la propuesta para la creación del mural, el artista había recién acabado de estudiar con una beca en la Academia de Bellas Artes de Florencia.3 Sus estudios en la ciudad italiana habían comenzado en 1955 y estaban especializados en la técnica mural del fresco, especialmente la pintura de los siglos XIV y XVI de Giotto y Piero della Francesca.10
Para la realización de la obra, Escámez contó durante un mes con la ayuda del artista plástico y carpintero Albino Echeverría, quien sería más tarde uno de los dos colaboradores chilenos que ayudarían al pintor mexicano Jorge González Camarena para la realización del reconocido mural Presencia de América Latina.11 12
La obra[editar]
Características[editar]
Interior de la Droguería Alemana en 2012, con parte del costado derecho del mural.
El mural continúa la tradición del realismo social iniciada en la zona por el pintor y muralista chileno Gregorio de la Fuente, si bien en este caso se trata de una obra menos simbólica que la acostumbrada por De la Fuente, más descriptiva y anecdótica.1 Al igual que el famoso mural Historia de Concepción, está realizado con la técnica del fresco,1 que requiere menos mantenimiento que otras técnicas pictóricas. Ésta consiste en la mezcla de tierra de color molida con agua pura que luego se aplica sobre una mezcla de cal y arena. Esto conforma la pintura, que debe ser aplicada con pinceles blandos.13
El mural se compone de tres grandes secciones, correspondientes al costado izquierdo, el paño central y el costado derecho de la farmacia, vistos desde la entrada. El fragmento del costado izquierdo se conoce también por el nombre «Homenaje a la medicina: la vacunación», mientras que el del costado derecho por el de «Homenaje a la medicina: medicina natural».10 Físicamente, la obra está expuesta encima de las estanterías de la farmacia y su lectura sigue un orden cronológico, que debe ser leído de izquierda a derecha.2
Así como en el resto de la producción del artista, la presencia del trabajo de la tierra y de los oficios marginales ocupan un lugar destacado.14
Significado[editar]
«El mural expresa una mirada del tiempo que al artista le toca vivir, el mural no puede ser enteramente decorativo, tiene que reflejar ideas.»
—Julio Escámez, sobre el muralismo en general.3
El mural en su conjunto simboliza las variadas etapas culturales, sociales y temporales de la historia de la medicina chilena.2
El cuadro del costado izquierdo constituye una idealización y síntesis de la relación entre el hombre y la naturaleza, de la cual extrae lo necesario para su salud y bienestar en un entorno rural. Inicia con una mujer mapuche recogiendo hierbas medicinales junto a un boldo,15 a través de lo cual el pintor representa las formas y prácticas de curación del pueblo mapuche, sus costumbres y rituales de curación.2 Hacia el centro del cuadro, un niño con una chueca observa a varios jinetes que se dirigen hacia un grupo de mapuches que están iniciando un festejo alrededor de un fogón, preparándose para el sacrificio de un animal. El cuadro continúa con un rehue, especie de tótem utilizado por los mapuches para la realización de ceremonias, para finalizar con un grupo de rucas, que constituían sus viviendas tradicionales, confeccionadas con paja, coligües y troncos de árboles.15
El médico Alejandro Lipschutz aparece retratado en el tercer cuadro de la obra.
El cuadro central actúa como transición de lo rural a lo urbano, donde se relacionan la arquitectura humana con el paisaje natural. Las altas murallas de la figura representan los límites geográficos entre los nuevos conocimientos adquiridos al interior de las edificaciones y el conocimiento natural del mundo indígena, que se continúa desarrollando en el exterior. Así, el cuadro queda dividido en dos partes:15 la de la izquierda, donde se aprecian los métodos de salud utilizados luego de la Conquista de Chile, durante la época del Chile colonial,2 ejercidos por sacerdotes a través de sus labores purificadoras, monásticas y de investigación propias de la vida de claustro; y la de la derecha, conformada por campesinos que se organizan para ir en busca de un médico que sane al enfermo recostado al fondo del pasillo de la casa patronal.15
Finalmente, el cuadro del costado derecho está dedicado a la medicina contemporánea, fruto de la relación entre la educación, la investigación universitaria y la labor pública.15 El lado izquierdo del cuadro muestra estudios científicos y análisis de laboratorio,2 dividiéndose en dos partes que emulan los dos pisos de un edificio universitario, desde cuyas ventanas se puede observar la actividad docente. En el primer piso, junto a una lámina de anatomía del cuerpo humano, se encuentra el médico letón Alejandro Lipschutz, quien ejerció como académico en la Universidad de Concepción. En el segundo piso, por su parte, en una sala-laboratorio de química dicta una clase el escritor y químico-farmacéutico Daniel Belmar.15 El centro del cuadro sirve de transición para llevar al exterior, en el lado derecho, en donde la obra acaba mostrando una sesión de vacunación a mujeres, hombres y niños, efectuada por enfermeras.2 Este cuadro representa el ideal de Escámez de un acceso igualitario de los beneficios de salud obtenidos a partir de los procesos de educación y divulgación científica.15
En la totalidad del mural es apreciable una transición entre la medicina tradicional y los métodos actuales de farmacia alópata.2 Además, plantea una perspectiva esperanzadora, donde la medicina urbana y su desarrollo universitario aseguran la supervivencia del paciente contemporáneo.15
Presencia de América Latina, también conocido como Integración de América Latina, es un mural de 300 metros cuadrados, pintado en acrílico sobre estuco áspero, por el artista mexicano Jorge González Camarena entre noviembre de 1964 y abril de 1965. La obra está ubicada en el vestíbulo de acceso de la Casa del Arte de la Ciudad Universitaria de Concepción, Chile, y su temática principal, de fuerte carácter simbólico, es la unidad y fraternidad de las distintas culturas latinoamericanas.
Fue declarado Monumento Histórico por el Decreto 147 del 30 de abril de 2009.1 En 2010, fecha del bicentenario de Chile, la obra fue reconocida bajo este estatus por el Gobierno de Chile, situándose en la obra una placa que la destaca como tal.2
La obra[editar]
La escalera en espiral fue aprovechada e incorporada en el mural.
Características[editar]
El mural está dividido en tres partes: una parte central y plana, de 20x6 metros, y dos costados laterales oblicuos a este primer plano, de 7,60x6 metros cada uno, lo que da un total de 211,20 metros cuadrados de muro sólido.7
Además, el mural aprovecha una escalera en espiral, de esquinas cuadradas, que asciende hasta el segundo piso de la Casa del Arte, donde se ubica una de las salas de exposiciones de muestras permanentes. Con esto el mural alcanza una superficie de aproximadamente 300 metros cuadrados.
Significado[editar]
El mural describe la historia de América, a través de angulosas imágenes concretas pero simbólicas, que enfatizan el valor de la fraternidad de las distintas etnias del mundo hispanoamericano. La lectura debe entenderse cronológicamente de derecha a izquierda.3 8
Cultura precolombina[editar]
La mujer del mar y Tláloc inician la lectura del mural.
El español en su lucha por la conquista.
Zontemoc: el atardecer de la cultura precolombina.
El costado lateral derecho del mural representa la América precolombina. En la parte inferior, del panteón azteca surge una mujer con peces en sus manos, simbolizando la riqueza del mar, y esta se encuentra acompañada a su vez de la verde careta de Tláloc, el dios de la lluvia. Frente a ella está Quetzalcóatl, deidad mexicana con la forma de una serpiente emplumada, que simboliza la cultura, y que en este caso se enrolla en la escalera que asciende al segundo piso de la pinacoteca.
En la parte superior del muro puede apreciarse Zontemoc («el sol que cae»), deidad que representa el ocaso de la cultura prehispánica; y completando el primer cuadro, a su derecha, se muestra a un soldado español montando a caballo y armado con armadura y puñal, luchando contra un hombre-águila armado con una maza, representándose así la lucha por la conquista.
El mestizaje[editar]
Detalle de la mujer desnuda con el mapa de América Latina.
El muro central comienza apenas un poco más a la izquierda, con el soldado español y la mujer indígena, los principales autores del mestizaje. A este pasaje Jorge González le llamó La pareja original, la cual camina sobre láminas de carbón, y en este subsuelo, mujeres durmientes y aprisionadas simbolizan las riquezas de la tierra: la plata, el oro, el hierro y el cobre. En la superficie de este enjambre de cuerpos y piedras preciosas, brota una mujer embarazada y cubierta de enredaderas, representándose así la fertilidad de la tierra. A partir de ella, surgen el maíz americano y el trigo europeo, alimento que sustenta las bases de la industrialización, la técnica y la ciencia, representada como una intrincada máquina de acero en la parte superior.
Al centro figuran varios rostros que se traslapan, y que simbolizan la fusión de las razas: el más grande, de color rojo, representa la raza americana. Más abajo, una mujer desnuda de tamaño natural tiene el mapa de América Latina en su regazo. Esta constituye la temática principal del mural. El modelo utilizada para el cuerpo de la mujer es el de Alicia Cuevas, oriunda de la ciudad de Coronel, cercana a Concepción. Su origen de su rostro, en cambio, se desconoce, apareciendo en otras obras del autor.9
Sobre la mujer puede apreciarse un capitel, que simboliza el aporte grecolatino a la cultura americana; y un poco más a la izquierda, grandes bloques de roca sólida, que conforman una gran estructura vertical, simbolizan la arquitectura mesoamericana.
La fraternidad[editar]
El costado izquierdo del mural, cargado de simbología. Destacan el nopal enraizado con copihues, y las banderas al viento.
En el costado izquierdo, figuran un nopal que se funde con las enredaderas de un copihue (árbol y flor nacionales de México y Chile, respectivamente). El nopal se ve agredido por puñales, que simbolizan el maltrato histórico hacia los latinoamericanos, y sus raíces nacen de cadavéricos soldados guerreros, que la nutren y le dan vida.
Sobre la punta de la cola de Quetzalcóatl puede leerse «Pablo Neruda», finalizando el extracto de su poema.
A lo largo de toda la parte superior del mural, figuran transversalmente y oscilantes las banderas de las distintas naciones de América Latina. La secuencia comienza con la bandera de Chile por la derecha, junto al cóndor, su ave nacional, y concluye con la bandera de México, junto al águila y la serpiente, importantes símbolos de esta nación. Las banderas están ordenadas de derecha a izquierda, siguiendo la ordenación geográfica de sus distintas naciones, yendo sur a norte. Así se comienza con Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia, de América del Sur; se continúa con Haití, Cuba, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Guatemala, de América Central, y se concluye con México, de América del Norte. Únicamente se excluyen aquellos pueblos que no son soberanos; esto es, las colonias francesas de Clipperton, Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, San Bartolomé y San Martín, además del estado estadounidense de Puerto Rico.
Al fondo, en un tercer plano, también puede apreciarse la lejana Cordillera de los Andes, y en la parte superior del mural aparecen escritos los versos del poeta chileno Pablo Neruda, que coronan toda la obra:
«...Y no hay belleza como esta belleza de América extendida en sus cerros de piedra y poderío, en sus ríos atávicos y eternos...»
Pablo Neruda
Símbolo universitario y penquista[editar]
Vista del mural en el «Día del patrimonio cultural penquista».
Placa de reconocimiento del mural como monumento histórico nacional.
Al igual que el campanil, el mural Presencia de América Latina constituye un verdadero emblema de la cultura penquista.3 Es continuamente visitado por turistas tanto nacionales como extranjeros, y reproducido en souvenires, portadas de libros y catálogos,10 11 entre otros muchos productos. En 1994 fue reproducido en una estampilla postal, para la conmemoración del 75º aniversario de la Universidad de Concepción.
En 2009 el sello editorial de la Universidad publicó el libro Presencia de América Latina, Mural Casa del Arte, que contiene imágenes del mural sacadas utilizando tecnología digital de punta. Además incluye una presentación del rector Sergio Lavanchy, estudios sobre los motivos plásticos narrativos de la obra, el texto de Pablo Neruda que aparece sobre el mural, y un texto de Jorge González Camarena describiendo el contenido de su pintura, poniendo énfasis en su unidad genética y cultural, así como en las influencias bolivarianas y nerudianas en la composición.12 El año 2012 aparecería una segunda edición del libro, con motivo de la conmemoración del 93º aniversario de la Universidad.13
Desde el 2010, fecha del Bicentenario de Chile, forma también parte de uno de los monumentos históricos del país.2
Los Murales de Siqueiros y Guerrero son un conjunto de pinturas realizadas por los artistas mexicanos David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero en la Escuela México de Chillán, ubicada en la Avenida Libertador Bernardo O'Higgins N° 250, frente a la Plaza Héroes de Iquique, tradicionalmente conocida como Plaza Santo Domingo.2
Desde el año 2004, los murales en su conjunto son considerados Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico
Historia[editar]
La Escuela México fue donada a Chile por el gobierno mexicano, como un gesto de solidaridad ante el Terremoto de Chillán de 1939, que destruyó varias provincias del país. Su construcción tardó dos años, inaugurándose el 25 de marzo de 1942.3 Desde la municipalización de la educación en Chile, se denomina "Escuela D-252 República de México".
Gracias a las gestiones del poeta Pablo Neruda, los artistas mexicanos David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero llegaron a Chillán a mediados de 1940, con el encargo de plasmar la historia de Chile y México en los muros de la escuela. Por su valor artístico, las obras que realizaron fueron declaradas Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico, mediante el Decreto Exento N° 331 del 20 de mayo de 2004.3
Durante 2008, los murales fueron sometidos a una restauración por parte de expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, CENCROPAM, dependientes del Instituto Nacional de Bellas Artes de México.4 Los trabajos concluyeron el 21 de noviembre de 2009.5 Sin embargo, sólo seis meses después, sobrevino el terremoto de 2010, que produjo diversos daños. El mural De México a Chile fue el más afectado, pues colapsó un 35% de su capa pictórica.6 Nuevamente, el gobierno mexicano prestó ayuda para la restauración de los murales, con un plazo de ejecución de 17 meses, que se cumple en abril de 2013.4
Mural Muerte al Invasor[editar]
Muerte al invasor, detalle cruz-espada-ataúd.
Realizado por David Alfaro Siqueiros en la biblioteca de la escuela, ubicada al centro del segundo nivel. La técnica ocupada fue óleo, duco (en las banderas) y piroxilina sobre planchas de masonite, un tablero fabricado industrialmente sobre la base de madera, que recubre los muros y el cielo del recinto.
Aparte del conjunto principal, en los machones ubicados entre las ventanas del muro que da a la plaza, están los retratos de Pedro Aguirre Cerda y Manuel Ávila Camacho, presidentes de Chile y México al momento de pintarse los murales. 3
Muro Norte[editar]
Muerte al invasor, muro norte.
El muro norte relata la historia de México. La figura principal representa a Cuauthémoc, último emperador azteca, ascendiendo los peldaños de una pirámide. Cuauthémoc aparece lanzando flechas contra una cruz pintada en el cielo de la biblioteca, cuya forma de cruz-espada-ataúd sintetiza la religión cristiana que trajeron los invasores, la Inquisición y la muerte. Rodean al emperador un conjunto de piernas firmes y musculosas, representando el alto desarrollo de las culturas mesoamericanas; como contrapunto, a su derecha se muestran los débiles pies de un español abatido, y sus manos ensangrentadas como símbolo de la crueldad de la Conquista de América.
En el ángulo superior izquierdo, aparecen personajes asociados a las luchas por conquistar el derecho de autodeterminación; José María Morelos y Miguel Hidalgo y Costilla, líderes de la Independencia de México; y Emiliano Zapata, líder de la Revolución Mexicana. Bajo ellos, una Adelita, mujer soldado que representa la mujer del pueblo mexicano.
En el ángulo superior derecho, la vía institucional de la democracia representativa. Aparece en primer plano el presidente mexicano Benito Juárez, con un puño hecho de hierro, demostrando la firmeza de sus decisiones, y el otro con un guante blanco, por la honestidad de sus acciones. A su lado, el presidente Lázaro Cárdenas del Río, y sobre ellos, la carta constitucional y el libro con el gorro frigio, símbolo internacional de la libertad y el republicanismo.
Muro Sur[editar]
Muerte al invasor, muro sur.
El muro sur relata la historia de Chile. Al centro, Galvarino, con sus manos cortadas, emerge de la boca de un cañón, lanzando el grito de libertad con que incitó al pueblo mapuche a expulsar a los invasores del Wallmapu. A su lado se yergue la cabeza del filósofo libertario Francisco Bilbao. Ambos personajes comparten un solo cuerpo, hablando de la relación dual de la lucha con la fuerza física y la fuerza de las ideas. Inmediatamente a la izquierda se asoma el rostro de Caupolicán, que según el poema La Araucana, nació ciego de un ojo, dirigiendo muchas lanzas contra soldados españoles abatidos en el suelo, enfundados en sus armaduras. Uno de ellos sujeta un rosario, y yace sobre espejos rotos, símbolo de la inutilidad de las joyas con que pretendieron engañar a los nativos.
En la esquina superior izquierda aparecen personajes que, levantándose desde posiciones bajas dentro de sus comunidades, fueron capaces de guiar a su pueblo en la lucha. Lautaro, gran líder y estratega militar mapuche, llama al combate soplando su clarín. Lo acompaña Luis Emilio Recabarren, padre del movimiento obrero revolucionario chileno.
A la derecha, la República es simbolizada por el chillanejo Bernardo O'Higgins, que avanza decidido enarbolando las tres banderas de Chile: Patria Vieja, Patria Nueva y la actual. La pálida figura del presidente José Manuel Balmaceda representa la claridad de su inteligencia y la pureza de sus sentimientos. 3
Murales De México a Chile[editar]
De México a Chile, detalle del plafond, o cielo falso, sobre las escaleras. Al centro se lee la frase El tesoro más preciado es el hombre.
Las obras de Xavier Guerrero son diversos murales pintados en los espacios del acceso principal a la escuela. Representan la solidaridad del pueblo mexicano hacia el pueblo chileno, como también el espíritu positivista de las ideas modernas, en que el orden humano dado por el conocimiento y los avances científicos se imponía sobre la naturaleza. Completa el conjunto la representación de niños jugando y mostrando la frase Gobernar es educar, lema del presidente Pedro Aguirre Cerda.
En el hall de acceso, en el muro sur, una mano escribe La sociedad organizada será / capaz de acabar con / el desorden de los / elementos naturales / en provecho de la / humanidad; al frente, en el muro norte, unas manos ofrecen un tiesto de agua cristalina; al poniente, una viga de hormigón armado es transformada en un nivel, completando la alegoría del conocimiento científico puro.
Pabellon 83
El Pabellón 83 es una casona de madera de tres pisos ubicada en la ciudad chilena de Lota, Provincia de Concepción, construida originalmente en 1915 como casa habitación para las familias de los mineros del carbón,2 y que actualmente funciona como centro cultural para personas con riesgo social en el sector.3
Por su valor histórico y patrimonial, al ser el único ejemplar que se conserva de su especie,3 desde el año 2009 es considerado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico
Historia
El Pabellón 83 fue construido en 1915 con la finalidad de albergar veinte familias mineras de Lota,2 que por ese entonces era una de las principales fuentes de extracción del carbón en Chile.
En 1956, la construcción sufre un grave incendio, que reduce su utilización a sólo diez de sus veinte apartamentos originales. Posteriormente, con el desuso y la falta de mantención, el edificio se fue deteriorando.4
Luego del cierre de las minas de Lota, los habitantes dejan el pabellón, siendo ocupado por siete familias indigentes hasta fines de 2003, año en que son erradicados al sector El Roble
El Parque Isidora Cousiño, mejor conocido como Parque de Lota, es un parque ubicado en la ciudad de Lota, perteneciente al Gran Concepción, en la Provincia de Concepción, Región del Biobío.
Posee 83 especies vegetales originarias de Chile, Norteamérica, Australia, Europa, Asia y África, 27 esculturas de fierro fundido más otras construidas en cerámica, y una colección de más de 50 jarrones, escaños y pedestales procedentes de distintos lugares, siendo la colección más importante de Chile en su tipo. Desde el parque es posible observar la costa del Golfo de Arauco, el muelle y las antiguas instalaciones mineras de Lota.3
Es el único parque de estilo francés, de los tres existentes en el país, que se ubica en el borde costero.3 Desde el 6 de abril de 2009 el parque es considerado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico.3
Los orígenes de la obra se remontan a Matías Cousiño Jorquera cuando comenzó a explotar las minas de carbón de Lota en 1852. A su muerte, su único hijo Luis Cousiño Squella recomienza el proyecto, concibiéndolo como regalo a su esposa Isidora Goyenechea,3 a través de la introducción de especies foráneas traídas desde Europa.2
El parque, de 14 Ha de extensión, fue diseñado entre 1862 y 1872 por el paisajista inglés Bartlet,3 incluyendo árboles, jardines, estatuas y piletas,1 utilizando un estilo de jardinería paisajística vanguardista, mezclando el formalismo de los jardines franceses con el estilo más actual y contemporáneo de los ingleses.2
Luego de la muerte de Luis Cousiño en 1873, el trabajo cae en manos de su esposa Isidora Goyenechea Gallo,2 quien contrata al técnico irlandés Guillermo O'Reilly,3 el cual introduce plantas nativas y otras exóticas de distintos lugares del mundo. A él se debe las primeras plantaciones de árboles en el parque,3 mediante la introducción de cedros, pinos, boldos, mañíos y almácigos,[cita requerida] así como la colocación de esculturas alegóricas que representan la música, poesía, escultura y arquitectura clásicas.2
Posteriormente el trabajo fue retomado por Carlos Cousiño, hijo de Isidora y Luis. A su muerte, su tumba fue colocada en el interior del parque, donde puede visitarse hasta el día de hoy.
En 1929 el parque fue adquirido por la Compañía Carbonífera de Lota, abriéndose para poder ser visitado por cualquiera.2
Actualmente, el parque y su museo cuenta con un servicio de guías especializados que invitan a recorrer el lugar y conocer su historia. Los guías se visten a la usanza del siglo XIX y rememoran el entorno de Isidora Goyenechea y Luis Cousiño. El parque cuenta con un observatorio meteorológico y un conservatorio de plantas tropicales, que incluye begonias, helechos y orquídeas. Las laderas están pobladas por vegetación nativa y foránea que llega hasta el mar, conectándose con el Valle de Las Camelias, lagunas, fuentes, un kiosco chino y uno árabe, jarrones, grutas, alamedas con estatuas y senderos en zigzag.2
Esculturas[editar]
El parque incluye veintisiete esculturas de fierro fundido, construidas en la Fundación Val d'Osne.3 Entre ellas destacan «El niño de la espina o Espinario», «Fauno tocando flauta», «El niño del Cordero», «Ninfa Amalea», «Diana la Cazadora» o «Venus entrando al baño». Adicionalmente, existen diversas esculturas de cerámica de la fábrica Lota Green.3
Existe además un faro denominado Faro Lustrín,3 que señaliza la costa.
La Reserva nacional Los Huemules del Niblinto, también conocida como Predio Los Huemules del Niblinto2 es una Reserva Nacional de Chile, ubicada en la comuna de Coihueco, Provincia de Ñuble, Región del Biobío. Creada el 23 de febrero de 1999, cuenta con una superficie de 2020 Ha.1
Desde el 26 de octubre de 1998 es considerada Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Santuario de la Naturaleza.2
Su altura media fluctúa entre 800 a 2000 msnm.
Vida silvestre[editar]
La Vegetación está representada por bosques de Coigüe-Roble pellín los cuales predominan en los sectores bajos, como fondos de valles y praderas. En la reserva hay 6 especies con problemas de conservación a nivel regional como el ciprés de la Cordillera considerado Vulnerable y 5 especies catalogadas como raras; ulmo, maitén o leña dura, guindo santo, radal Enano y lleuque[2].
La Fauna cuenta con la presencia de al menos 27 especies de mamíferos, 49 especies de aves, 4 especies de anfibios y 11 de reptiles. Entre los Mamíferos en peligro de extinción destaca la Vizcacha, el gato colocolo y la guiña , 2 en la categoría Vulnerable: el Puma y el Quique, 4 Inadecuadamente Conocidos: Culpeo, chilla, Chingue y Ratón Lanudo.[3]
De especial importancia resulta ser la presencia del Huemul, que encuentra hábitat tanto de invierno como de verano, por lo cual el grado de protección es bastante alto.
El Teatro Enrique Molina fue un teatro de la ciudad de Concepción, Chile, perteneciente al antiguo Liceo Enrique Molina Garmendia, ubicado en la calle Víctor Lamas, entre Caupolicán y Aníbal Pinto, junto a la actual Biblioteca Municipal José Toribio Medina. Actualmente sólo queda su estructura principal, de estilo neoclásico.2
Es considerado Patrimonio de la ciudad, y fue declarado Monumento Histórico por el Decreto 147 con fecha 30 de abril de 2009.1
Su nombre se debe a Enrique Molina Garmendia, quien fue docente y rector del Liceo de Hombres de Concepción, que posteriormente asumió su nombre, además de cofundador y primer rector de la Universidad de Concepción.4 El terreno donde está emplazado pertenece actualmente a la municipalidad de Concepción.
Historia
A comienzos del siglo XX, se diseñó un proyecto que buscaba la construcción de un teatro para el antiguo Liceo de Hombres de Concepción —actualmente llamado Liceo Enrique Molina Garmendia—n 1 de modo de mejorar su infraestructura y así poder convertir esta casa de estudios secundarios en la primera universidad del sur del país. Sin embargo, esta idea se vio truncada con la fundación en 1917 de la Universidad de Concepción, la cual fue emplazada en la actual Ciudad Universitaria de Concepción. A pesar de esto, tanto el teatro como el internado del Liceo, que también era parte del proyecto, igualmente se construyeron, en beneficio de los liceanos.2
El teatro fue construido entre 1929 y 1935 como auditorio del Liceo,1 inaugurándose ese mismo año.2
La obra fue construida por el arquitecto Onofre Montané Urrejola, quien diseñó además todo el centro educacional,5 reemplazando la obra de 1851 del arquitecto francés Pierre Dejean.[cita requerida]
El liceo fue gravemente dañado en el terremoto de 1960. El teatro quedó en desuso, desmantelándose su decoración y posteriormente siendo demolido,2 quedando hoy sólo parte de su escalera frontal, la estructura del teatro y dos gimnasios, los que aun permanecen, soportando con algunos daños, el posterior terremoto de 2010.
El Teatro del sindicato Nº 6 de los mineros de Lota, también conocido como Teatro de los Mineros de Lota, es un Monumento Histórico Nacional de Chile desde el año 2009. Por ser la primera obra del movimiento moderno de Arquitectura en la Región del Bío-Bío, además, ser icono para organización sindical en Chile mediados de siglo XX. Esta obra se realizó con el financiamiento de los miembro del sindicato y está ubicada en la calle Galvarino nº 201 de la comuna de Lota frente a su plaza principal.
La obra comenzó su planificación en el año 1954, cuando se hacen cargo del proyecto los arquitectos Sergio Bravo Ramos, Javier "Maco" Gutiérrez, Carlos Martner García y Betty Fishman Lohaus. La pieza arquitectónica no logró ser terminada de acuerdo a su proyecto original principalmente por la crisis del carbón, sin embargo, fue techada para cumplir su objetivo el año 1960, de esta forma por este recinto pasaron figuras celebres como Salvador Allende, Fidel Castro, Pablo Neruda, entre muchos otros.
Teatro del Sindicato Nº 6 de los mineros[editar]
El proyecto final de arquitectura consideraba una superficie de 3000 m2, siendo la obra publica más grande hasta el momento en la región. Ubicada en un lugar estratégico, que da frente a la plaza de arma de la ciudad, la obra considera un escenario exterior que cuenta con dos escaleras para el acceso de manifestantes al teatro o actos masivos en la plaza del lugar.
Teatro del Sindicato Nº 6, vista general
En el interior, el recinto toma en cuenta la gran cantidad de miembros del sindicato, ya que, la sala principal del lugar tiene una capacidad de 2.400 espectadores, mientras que, las galerías o balcón suma 4000 aproximadamente; todos apreciando el escenario principal destinado a presentaciones de actividades políticas, teatro, ballet o conciertos.
En la planta baja a nivel de la calle, el proyecto considera salones que tienen como objetivo atender a la comunidad por eso ubicaron la parte administrativa, la dirección sindical, sala de mujeres, servicios de peluquería, baños públicos y camarines. Además, de un hall principal para congresos, actos sociales o bailes. El entrepiso estaba dedico a la juventud, teniendo en cuenta actividades recreativas como juegos de mesa, biblioteca y sala de exposiciones, mesas de Ping pong, rincón de estar y reuniones.
Cabe destacar que la obra orginal, consideraba murales en su exterior e interior que reflejaran la situación de los obreros y las tradiciones de Lota. En la fachada principal el artista plástico Julio Escámez realizó un gran mural de 7 metros de ancho por 9 de largo, mientras que en la pared exterior lateral, se realizó un gran mural de 20 metros de largo.
La Torre Centenario de Lota, se ubica en calle Carlos Cousiño s/n en el sector de la fundición de Lota, en la comuna de Lota en la Región del Bío-Bío, Chile y fue construida en 1952.
Fue declarado Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico, mediante el Decreto N.º 379 de fecha 14 de septiembre de 2010.1
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